De todas las reflexiones del 2008, 2009, 2010... ¿Cuál les llamó más la atención, y por qué?

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viernes, 27 de abril de 2012

133.- DÍA DE LA TIERRA

El 22 de abril de 1970 el senador de Wisconsin (USA) Gaylord Nelson convocó a una movilización de protesta contra muchos casos de agresión contra el medio ambiente que causaron alarma en su país por los contaminantes de fábricas, plantas eléctricas, aguas negras, desperdicios tóxicos, pesticidas, pérdida y extinción de animales y plantas, derrames de petróleo, etc. Fue tal el éxito de su convocatoria que más de 20 millones de personas lo atendieron tomando calles, parques y auditorios para hacer notar a otros ciudadanos la necesidad de conservar la salud del planeta Tierra. Desde esa fecha, 22 de abril, se celebra a nivel mundial el “Día de la Tierra”, pero vemos con creciente temor los cambios que se van dando en nuestro hábitat, como lluvias abundantes, sequías, tormentas de nieve u olas de calor inusuales que afectan las cosechas de alimentos y que provocan las migraciones de gente. Francesco Zaratti, científico e investigador, ve con mucha pena la situación medioambiental en Bolivia, por el creciente número de terrenos para la cosecha de coca, los continuos “chaqueos”, la tala indiscriminada de árboles y la inmensa polución automotriz. Hay reuniones a nivel mundial o continental para tomar acciones inmediatas y tratar de frenar los cambios climáticos, el “efecto invernadero”, la escasez de agua, la contaminación de los océanos y el deshielo de nevados… ¡Lamentablemente, no pasan de meras disertaciones y promesas, pues no existe aún el deseo fehaciente de tomar este tema tan álgido en serio, y de invertir recursos para tal fin! ¿Cuál es nuestro compromiso (concreto) como universitarios de esta casa Lasallista de Estudios Superiores?...

Cf. http://reflexioneslasallistas.blogspot.com

martes, 10 de abril de 2012

132.- LA RESURRECCIÓN DE JESÚS

Después de muerto y sepultado durante tres días, Cristo volvió de la muerte a la vida; lo demuestran la tumba vacía, los lienzos doblados y las múltiples apariciones que tuvo ante sus discípulos y otras personas. Este hecho es el pilar fundamental de la fe de todo cristiano.

La Escritura distingue dos conceptos de vida. Por una parte la vida como “bíos” (βιος), que se refiere a la vida humana en sus relaciones externas y con sus preocupaciones de cada día. Nunca se emplea “bíos” en el Nuevo Testamento para describir bienes salvíficos, sino que se refiere a la vida ordinaria, con sus asuntos y ajetreos. Sin embargo, la vida como participación en la vida divina, como vida eterna, como salvación, se denomina “zoé” (ζωη). Jesús resucitado está pleno de vida (“zoé”), es la misma vida que se nos ofrece. Y nuestra resurrección, incluso ya en el bautismo (Rm 6, 4), es una participación en la “zoé divina”. En este sentido, Dios es Dios de vivos, no de muertos (Mc 12, 27). De tal manera que no debemos presentar la vida de la resurrección bajo los parámetros del “bíos”, sino de la “zoé”.

Pero la comprensión correcta de la corporalidad del resucitado no deja de plantear problemas y es un tema difícil. La Escritura es bien consciente y por eso lo afirma siempre de modo matizado: el Jesús resucitado atraviesa las puertas cuando están cerradas (Jn 20, 19), desaparece instantáneamente (Lc 24, 31)… pero también come y bebe normalmente (Lc 24,40).

¡ FELICES PASCUAS DE RESURRECCIÓN !

Cf. http://reflexioneslasallistas.blogspot.com

martes, 3 de abril de 2012

131.- “ECCE HOMO”

Después que los soldados flagelaron a Jesús, le coronaron de espinas y le pusieron un manto rojo burlándose de él y diciéndole: “¡Salve, rey de los judíos!”, el procurador Poncio Pilato le sacó ante el público y se los presentó todo deshecho y ensangrentado diciendo: “¡Aquí tienen al hombre!” (=Ecce homo) (Cf. Jn 19, 1ss).
Detrás de ese rostro desfigurado, Jesús nos pregunta hoy: “Oye, ¿No tienes por ahí un retrato de tu enemigo? De ese que te tiene cólera y envidia y que te quita el sueño; del que siempre te malinterpreta, del que siempre va hablando mal de ti, del que te arruinó, del que dio malos informes sobre ti, del traidor que te puso una zancadilla, del que logró echarte del puesto que tenías, del que te denunció, del que te hizo meter a la cárcel...?… ¿Te has fijado bien en la cara de los anormales, de los sidosos, de los idiotizados, de los mendigos sucios, de los imbéciles, de los locos...?...¿Me puedes reconocer en la cara del cogotero, del suicida, del degenerado, del ladrón, del borracho, del drogadicto, del antipático, del traidor, del vicioso…?...”
“Esos son los “ecce homos” donde yo me encuentro, y al final de tus días te tomaré el examen siguiente: “Tuve hambre y no me diste de comer; estuve desnudo y no me vestiste; enfermo y preso y no me visitaste…pues cada vez que no lo hiciste con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hiciste conmigo” (Cf. Mt 25,41ss).
¡Que en esta semana santa, podamos colocar esos rostros que a menudo nos incomodan, sobre el santo rostro de Cristo!

Cf. http://reflexioneslasallistas.blogspot.com