De todas las reflexiones del 2008, 2009, 2010... ¿Cuál les llamó más la atención, y por qué?

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lunes, 22 de agosto de 2011

111.- EXPERTOS EN DAR DISCULPAS


Para cada uno de nuestros actos, siempre encontraremos disculpas. La historia de la humanidad, y de nuestro continente latinoamericano en particular, se encuentra llena de disculpas.
En nombre de la democracia se han cometido los crímenes más horrendos de la humanidad. En nombre del progreso se han destruido –y se siguen destruyendo- enormes extensiones de tierra y se ha sembrado la semilla de la muerte. En nombre de la ciencia se ha destruido la vida. En nombre de las leyes se han cometido injusticias que claman al cielo. En nombre de la religión se ha arrancado del corazón de las personas la experiencia de Dios…
Y siempre a nombre de algo -o de alguien- justificamos nuestros actos, disculpándonos como niños inconscientes e inmaduros.
Bien lo decía un autor (hijo del Premio Nóbel de Literatura): “Nos encanta ser ineptos con buena conciencia. Nos da placer morboso creernos víctimas de algún despojo. Practicamos un masoquismo imaginario, una fantasía del sufrimiento…porque nos encanta culpar a algún malvado de nuestras carencias” (Cf. “Manual del perfecto idiota latinoamericano”, de Plinio Apuleyo, Carlos Montaner y Álvaro Vargas Llosa).

110.- ¡ALEXAMENO FIEL!

En un museo de Roma (Italia) se conserva un graffiti que fue descubierto en el “Pedagogium” del palacio del emperador Nerón. Representa la cabeza de un burro crucificado y a su lado un hombre orando. Debajo se lee una inscripción: “ALEXAMENO ADORA A SU DIOS”.
El hecho fue que en aquel “Pedagogium”, que era una escuela de pajes imperiales, había un alumno que era cristiano llamado Alexameno. Sus compañeros un día quisieron burlarse de él, y cuando Alexameno llegó a clase encontró en la pared el dibujo e inscripción arriba mencionados.
El joven cristiano, con valentía, respondió escribiendo debajo: “¡ALEXAMENO FIEL!”.
Has comenzado este segundo semestre académico en la Universidad “La Salle”. Tal vez algunos(as) compañeros(as) se burlarán de ti por tu puntualidad, tu cumplimiento, tu responsabilidad,… El peligro es caer en el “aurea mediocritas”, es decir: contentarse con ser mediocre como los demás; no aspirar a la eficiencia y la calidad para construir una patria mejor.
¡Ojalá te digas a ti mismo(a): “Así como Alexameno, seré fiel y constante tanto en las cosas pequeñas, como en las grandes”!