164.- NO ESPERES MUCHO

 

No esperes una sonrisa para ser amable.

No esperes ser amado(a) para amar.

No esperes quedarte solo(a) para reconocer el valor de un amigo.

No esperes que los(as) demás sean puntuales para que tú siempre llegues a la hora.

No esperes tener los mejores profesores para comenzar a estudiar.

No esperes conseguir el mejor trabajo para empezar a trabajar.

No esperes tener muchas cosas para compartir algo.

No esperes tener tiempo para darlo a los demás.

No esperes “tocar fondo” en tu vida para pedir un consejo.

No esperes tener una desgracia, un dolor o un compromiso importante para hacer una oración.

No esperes que los(as) demás den el primer paso para poder reconciliarte.

No esperes…

 

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163.- LA SOCIEDAD ADOLESCENTE

     El actual Papa Francisco explicaba a un grupo de feligreses que “el drama de nuestra época es que el adolescente vive en un mundo que, a su vez, no ha salido de la adolescencia. Los niños crecen en una sociedad que no les pide nada, que no los educa al sacrificio y al trabajo, que no sabe cuál es la belleza y la verdad de las cosas. Por eso, el adolescente desprecia la historia pasada y está espantado del futuro…”

     Y esto se puede aplicar a varias sociedades del mundo actual, y, particularmente a Bolivia, donde muchos jóvenes (y no tan jóvenes) actúan aún y piensan como adolescentes: cambiantes y volubles; que no se comprometen con lo que hacen: estudios, trabajo, obligaciones en casa y en la sociedad; que prefieren la “ley del menor esfuerzo”; que no les interesa el contacto humano y cercano, pues están más atentos a la música de su i-pad o de su celular; que no tienen en cuenta que dentro de unos  años ellos serán los principales conductores y protagonistas de la sociedad en la que viven; que piden y exigen que se les dé todo y ellos no ceden en nada.

     ¡Pensamos que es hora de levantarse de estas situaciones, cumpliendo con ahínco y entusiasmo las obligaciones que se tienen: estudios, casa, barrio, zona, etc.!

Cf.    http://reflexioneslasallistas.blogspot.com

162.- GRACIAS MAMÁ 

Cuando tenías 2 años... Ella te enseñó a caminar. Tú se lo agradeciste huyendo de ella cuando te llamaba.
Cuando tenías 3 años... Ella te hacía todas las comidas con amor. Tú se lo agradeciste echando el plato al piso.
Cuando tenías 4 años... Ella te dio unos lápices de colores. Tú se lo agradeciste pintando todas las paredes del comedor.
Cuando tenías 6 años... Ella te vestía para las ocasiones especiales. Tú se lo agradeciste ensuciando la ropa a más no poder.
Cuando tenías 11 años... Ella te llevó a ti y a tus amigos(as)  a ver una película. Tú se lo agradeciste diciéndole que se sentara en otra fila.
Cuando tenías 15 años...Ella venía de trabajar y quería darte un abrazo. Tú se lo agradeciste cerrando con llave la puerta de tu habitación.
Cuando tenías 18 años... Ella lloró en el acto de graduación del colegio. Tú se lo agradeciste estando de fiestas hasta el amanecer.
Cuando tenías 20 años... Ella te preguntó si estabas saliendo con alguien. Tú se lo agradeciste diciéndole: 'A ti no te importa eso'.
Cuando tenías 21 años... Ella te sugirió algunas carreras para tu futuro…Tú se lo agradeciste diciéndole: 'No quiero ser como Tú'.
Cuando tenías 28 años... Ella conoció a tu pareja y le preguntó sus planes para el futuro. Tú se lo agradeciste con una mirada feroz y le gritaste: '¡Cállate!'.
Cuando tenías 30 años... Ella te dio algunos consejos para cuidar al bebé. Tú se lo agradeciste, diciéndole que las cosas eran diferentes ahora.
Cuando tenías 50 años... Ella se enfermó y necesitó que la cuidaras. Pero tú tuviste “otras cosas más importantes que hacer”.
De repente, un día…Ella silenciosamente MURIÓ… Y todas las cosas que nunca hiciste cayeron como un trueno.
Tomémonos un momento para rendir honor y tributo a la persona que llamamos MAMÁ.
No hay sustituto para Ella. Alegra cada momento, aunque a veces ella no parezca la mejor de las amigas, quizás no concuerde con tu forma de pensar, pero aún así ¡Es tu Madre!
Ella estará allí para ayudarte con tus dolores, tus penas, tus frustraciones.
Pregúntate a ti mismo(a): ¿Has LIMITADO tu tiempo para estar con ella, para escuchar sus quejas sobre el trabajo en la cocina, su cansancio?
Una vez que se vaya de este mundo, solamente quedarán los recuerdos cariñosos del Ser que Llamamos “MAMÁ”.

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161.- ¿QUIÉN SOY YO? 

     Un muñeco de sal anduvo varios días por un camino, hasta que se encontró frente al mar.

     Le pregunta al mar: “¿Quién eres tú?”… y el mar le contesta: “Para conocerme tienes que entrar en mí”.

     El muñeco no se atreve a ingresar al agua, hasta que un día se decide e ingresa.

     Las olas que iban y venían, le van disolviendo los pies. El muñeco se asusta y le dice al mar: “Pero, ¿qué has hecho con mis pies?”… a lo que el mar le responde: “Lo siento. Si quieres conocerme, tienes que irte disolviendo lentamente”.

     El muñeco va ingresando poco a poco y disolviéndose a medida que se mete mar adentro, y preguntándose a cada instante: “¿Qué es el mar”…hasta que una ola lo cubrió totalmente, y sus últimas palabras fueron: “Ahora entiendo: el mar soy yo”.

     Esas son las preguntas que todo ser humano se hace en cualquier momento de su vida: “¿Quién soy yo?”… “¿Quién eres tú?”…Y cuyas respuestas las encontramos parcialmente a lo largo de nuestras existencias.

     Sólo al final de nuestras vidas encontraremos la respuesta íntegra: al encontrarnos a nosotros mismos, y encontrarnos en la presencia de Dios.

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