154.- LA CULPA ES DE LOS DEMÁS

     Hay una manera típica de ser de los latinoamericanos: echar la culpa de lo negativo que nos pasa a los demás: el imperialismo, el socialismo, el colonialismo, el capitalismo, las ONGs, el arribismo, etc.

     Siempre encontraremos responsables de nuestras “desgracias” y de nuestra “mala suerte”: un país, una persona o una empresa.

     Nos encanta ser masoquistas o cultivar fantasías del sufrimiento.

     Y esta es una costumbre ancestral, pues ya en la Sagrada Escritura se comenta que cuando Adán y Eva comieron del “fruto prohibido” por Dios, y fueron descubiertos por éste, el varón echó la culpa a Eva: “La mujer que tú me diste por compañera me dio del fruto del árbol. Por eso me lo comí”. Y cuando Dios pide cuentas a la mujer, ésta respondió: “La serpiente me tendió una trampa. Por eso comí del fruto” (Cf. Gén 3,11ss).

     ¿Cuándo asumiremos la responsabilidad de nuestros actos, de nuestras decisiones y tratamos de salir adelante en todo lo que nos compete, a nivel personal, familiar, ciudadano…sin estar echando la culpa  a los otros?...

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153.- CUARESMA

     En todas las religiones del mundo hay momentos que se emplean para revisar sus conductas erradas, para replantear actitudes que no van bien, para purificarse, para rectificar actuaciones, etc.

     Por ejemplo, en el Islam, se practica el RAMADÁN que consiste en aquel período en el que los musulmanes realizan una serie de sacrificios en honor a Alá. Tanto hombres como mujeres deben realizar ayuno y dejar de tener relaciones sexuales desde la salida del sol hasta el ocaso. Además deben dejar de fumar y de perfumarse.

     Los musulmanes dejan de realizar todas estas actividades porque Dios así lo ha ordenado. De este modo, pueden desarrollar la voluntad a través de la lucha contra la sed, el hambre y las necesidades sexuales, demostrándole fidelidad a Dios e intentando convertirse en mejores personas, con una mayor moral.

     El ayuno resulta ser una parte crucial del Ramadán, y debe comenzar a cumplirse al llegar a la pubertad. Los únicos que tienen permitido no realizarlo son los niños, las mujeres embarazadas, los enfermos y los viajeros.

     En el cristianismo existe también un período de 40 días llamado CUARESMA, que es un tiempo de preparación para la Pascua de resurrección de Jesucristo.

     En este tiempo la Iglesia sugiere practicar algunos días de ayuno, sacrificios, mortificaciones, enmiendas de vida y sobre todo mucha oración para prepararse a celebrar la resurrección del Señor Jesús.

     Ya se ha iniciado el nuevo año y es bueno revisar y rectificar nuestras conductas personales para este “encuentro” con Cristo resucitado.

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152.- AÑO NUEVO

     Finalizamos un año más en nuestras vidas.

     Los comercios se llenan de ropas de colores, fuegos pirotécnicos, bebidas alcohólicas y anuncio de cotillones y orquestas a todo dar para despedir el año que se va y recibir el siguiente año 2013.

     A la medianoche del 31 de diciembre, se dan una serie de ritos y supersticiones: cambiarse ropa interior por ropa roja o amarilla; llevar una maleta alrededor del barrio para ver si se puede viajar al año que viene; barrer la puerta de sus casas para “espantar” los males; quemar cosas viejas e inservibles; comer doce uvas o pasas como símbolo de buena suerte, etc.

     Pero es bueno también revisar nuestras ropas interiores espirituales: hacer un balance de las cosas buenas que hemos hecho en nuestras familias, en nuestros trabajos, en las relaciones con los demás; rectificar las cosas no tan buenas que realizamos en esos mismos ambientes; “quemar” los comportamientos negativos que hemos tenido,…y ¡quién sabe, “preparar maletas” para viajar a la eternidad! … y esas “valijas” han de estar repletas de buenas obras.

     Y hacer firme propósito de mejorar en todo aspecto: personal, espiritual, laboral, relacional, familiar…

¡FELIZ  AÑO  NUEVO  2013!

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151.- LA VENGANZA 

     Mo Yan, escritor chino y Premio Nóbel de Literatura en este año 2012, autor de varias obras como: “LA VIDA Y LA MUERTE ME ESTÁN DESGASTANDO”, “EL AGUA OTOÑAL”, “RÍO SECO”, “EL RÁBANO ROJO INVISIBLE”, “SORGO ROJO” y otras más, nos cuenta la anécdota siguiente:

     “El recuerdo más amargo que tengo es el día en que fui a acompañar a mi madre a recoger unas espigas de trigo caídas en el campo que pertenecía a la comunidad. Cuando vino el guardia del campo, todos los demás se escaparon corriendo a toda velocidad, pero mi madre apenas podía correr con sus dos pies vendados. Fue capturada por aquel guardia que era muy alto y fuerte y le dio a mi madre una bofetada en la cara. Ella no pudo aguantar el golpe y cayó al suelo. El guardia nos quitó las espigas recogidas y se marchó silbando sin preocuparse de nosotros. Mi madre sangraba por la boca mientras seguía sentada en el suelo y en su cara apareció una desesperación que jamás olvidaría en toda mi vida.

     Muchos años después, cuando el joven guardia del campo se había convertido en un anciano y las canas habían sustituido completamente su cabello negro, me encontré con él en el mercado. Quise lanzarme hacia él para pegarle como venganza, pero mi madre me lo impidió y cogiendo mi mano me dijo con calma: “Hijo, aquel señor que me pegó y este señor mayor no son lo mismo (…)”.

     ¡ Excelente lección de vida para muchos de nosotros que aún guardamos en nuestros corazones rencores, antipatías, odios y rencillas de antaño !

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150.- ¿PROTAGONISMO?

     Una de las figuras importantes que se observan antes de la Navidad, es la de San Juan el Bautista, “primo” de Jesús.

     Cuando comienza su misión de preparar la venida del Señor, mucha gente le pregunta “¿quién eres tú?”… Tranquilamente Juan puede haber respondido -como muchos de nosotros seguramente lo haríamos-, sacando a relucir árboles genealógicos, títulos, diplomas y grados-: “Yo soy hijo del Sacerdote Zacarías, uno de los principales del Templo de Jerusalén, de la Tribu de Leví…”. Sin embargo se limita a contestar: “Alguien que grita en el desierto. Prepárenle el camino a nuestro Dios. Ábranle paso, que no encuentre estorbos” (Cf. Lc 3,4).

     Y tal es su humildad, que cuando surge la persona de Jesús, Juan dice: “Él –Jesús- debe tener cada vez más importancia y yo tenerla menos” (Cf. Jn 3,30).

     Pero Nuestro Señor Jesucristo también llegó a manifestar alguna vez de él: “Les aseguro que todavía no ha nacido un hombre más importante  que Juan el Bautista” (Cf. Mt 11,11).

     He aquí una gran lección de este “profeta” para nuestras vidas: hacer el bien sin tanto ruido y alharaca; así “cuando alguno de ustedes ayude a los demás no se lo cuente a nadie. Así esa ayuda se mantendrá en secreto y Dios el Padre, que conoce ese secreto, les dará a ustedes su premio” (Cf. Mt, 6,3-4).

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149.- 21 DE DICIEMBRE 2012: ¿FIN DEL MUNDO?

     Se escucha y se lee en todo momento, que se aproxima el viernes 21 de diciembre del 2012 (solsticio de verano) y que será una fecha especial: Para algunos será el fin del mundo; para otros será un cambio de época; para los más creyentes será la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo; para muchos no pasará nada…

     Unos científicos afirman que ese día el planeta Tierra y el Sol estarán alineados con el centro de nuestra galaxia: La Vía Láctea, y consecuentemente habrán turbulencias en la Tierra, como la inversión del magnetismo de los polos, tsunamis y terremotos, grandes erupciones solares afectarían los aparatos eléctricos, la Tierra desviará su eje,…

     Particularmente muchos cristianos calculaban la segunda venida del Señor: “La Parusía”, basándose en las manifestaciones apocalípticas que manifestó Cristo: “Pasarán cosas extrañas en el sol, la luna y las estrellas. En todos los países, la gente estará confundida y asustada por el terrible ruido de las olas del mar. La gente vivirá en tal terror que se desmayará al pensar en el fin del mundo. ¡Todas las potencias del cielo serán derribadas! Esas cosas serán una señal de que estoy por volver al mundo...” (Cf. Lc 21,25-27). Sin embargo el mismo Jesucristo ya lo dijo también hace más de dos mil años: “Nadie sabe ni el día ni la hora que yo vendré; no lo saben ni siquiera los ángeles del cielo. Es más, tampoco yo lo sé. Sólo Dios, mi Padre, lo sabe” (Cf. Mt 24, 36).

     Y Él mismo nos invita a estar preparados y alertas “porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora en que menos lo esperen” (Cf. Lc 12, 40).

     En este ADVIENTO (preparación para la Navidad) que se inicia, y en este año dedicado a la FE, dispongámonos a acoger a Jesús en nuestras vidas y en nuestros corazones.

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148.- LOS  QUETZALES

     El quetzal es un ave que vive en Mesoamérica y se caracteriza por tener cola larga y brillante plumaje verde en el dorso, y rojo intenso en el pecho y es muy independiente.

     Es un ave que no puede vivir en cautiverio, porque de inmediato pierde su plumaje y luego muere, razón por la que la veneraban las antiguas culturas Mayas y Aztecas como símbolo de libertad, y actualmente fue adoptada como símbolo patrio de Guatemala.

     Hay mucha gente en el mundo que son como los quetzales hoy en día: tienen su propia personalidad, no se dejan “comprar” fácilmente, son fieles a sus principios, no se mimetizan en la masa, tienen sus propias opiniones y las comparten sin temores, innovan, crean, producen…pero les caracteriza también el respeto a los demás, procuran convivir en armonía con las otras personas de su entorno y con la naturaleza.

     ¡Cuántos quetzales más requerimos en nuestra Patria!...Quetzales que arriesguen, que se comprometan con lo que realizan, que compitan, creen, inventen, produzcan riqueza, impulsen desarrollo, no sólo para provecho personal, sino para bienestar de los demás, y que tengan la suficiente libertad interior para tomar decisiones, que muchas veces pueden ir contracorriente.

     José Ingenieros (autor del “Hombre Mediocre”) afirmaba que mucha gente que no se arriesga ni busca otros horizontes o perspectivas, se queda en el “aurea mediocritas” y se contenta con lo conocido pues no le gustan los retos y prefiere “enterrar su talento” sin hacerlo fructificar (Cf. Mt 25, 14-30).

     ¡Ojalá cultivemos la versatilidad de los quetzales en nuestras vidas!

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147- NUESTRAS PROPIAS “SOMBRAS”

Todos poseemos una “sombra”.

     La “sombra” es todo lo malo que tenemos en nuestro interior y que nos cuesta aceptar.

     Al preguntarnos cómo se generan las “sombras”, podemos darnos cuenta que ya vienen dentro de nuestro carácter, y otras “sombras” las adquirimos por situaciones vividas anteriormente en nuestras familias, escuela, círculo de amigos...

     Es posible detectar cuáles son nuestras propias “sombras” observando qué es lo que nos disgusta de los demás, y por eso lo criticamos en los otros, o simplemente nos burlamos de ellos o las proyectamos en los otros.

     Un buen ejercicio podría ser examinar cuáles son las frases que repetimos con mayor frecuencia, v.gr.: “No soporto la hipocresía”…”odio a los inmorales”… “no me gusta que me hagan trampa”…

     Tengamos por cierto que el que ve hipocresía, inmoralidad o trampa en los demás, seguro que esa persona es hipócrita, inmoral y le gusta realizar trampas y triquiñuelas a cada instante, pues el que ve “la paja en el ojo ajeno, no se da cuenta que hay una viga en su propio ojo” (Cf. Lc 6,41), y lo que critican es su propia sombra.

     Otro ejercicio que podemos realizar es qué cosas “proyectamos” en los otros, como por ejemplo: enojos, broncas, desconfianza, iras, etc.

      Es conveniente tratar de aceptar y reconciliar nuestras propias “sombras”, porque de lo contrario, mientras más las neguemos o rechacemos, más nos perseguirán obsesivamente.

     Cf.    http://reflexioneslasallistas.blogspot.com