147- NUESTRAS PROPIAS “SOMBRAS”
Todos poseemos
una “sombra”.
La “sombra” es todo lo malo que tenemos en nuestro interior y que nos
cuesta aceptar.
Al preguntarnos cómo se generan las “sombras”, podemos darnos cuenta que
ya vienen dentro de nuestro carácter, y otras “sombras” las adquirimos por
situaciones vividas anteriormente en nuestras familias, escuela, círculo de
amigos...
Es posible detectar cuáles son nuestras propias “sombras” observando qué
es lo que nos disgusta de los demás, y por eso lo criticamos en los otros, o
simplemente nos burlamos de ellos o las proyectamos en los otros.
Un buen ejercicio podría ser examinar cuáles
son las frases que repetimos con mayor frecuencia, v.gr.: “No soporto la
hipocresía”…”odio a los inmorales”… “no me gusta que me hagan trampa”…
Tengamos por cierto que el que ve hipocresía, inmoralidad o trampa en
los demás, seguro que esa persona es hipócrita, inmoral y le gusta realizar
trampas y triquiñuelas a cada instante, pues el que ve “la paja en el
ojo ajeno, no se da cuenta que hay una viga en su propio ojo” (Cf. Lc 6,41), y lo que critican es su propia sombra.
Otro ejercicio que podemos realizar es qué cosas “proyectamos” en los
otros, como por ejemplo: enojos, broncas, desconfianza, iras, etc.
Es conveniente tratar de aceptar y reconciliar nuestras propias “sombras”,
porque de lo contrario, mientras más las neguemos o rechacemos, más nos
perseguirán obsesivamente.
Cf. http://reflexioneslasallistas.blogspot.com
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