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¿PROTAGONISMO?
Una de las figuras importantes que se
observan antes de la Navidad, es la de San Juan el Bautista, “primo” de Jesús.
Cuando comienza su misión de preparar la
venida del Señor, mucha gente le pregunta “¿quién eres tú?”… Tranquilamente Juan puede haber respondido -como muchos de nosotros seguramente
lo haríamos-, sacando a relucir árboles genealógicos, títulos, diplomas y
grados-: “Yo
soy hijo del Sacerdote Zacarías, uno de los principales del Templo de
Jerusalén, de la Tribu de Leví…”. Sin embargo se limita
a contestar: “Alguien que grita en el
desierto. Prepárenle el camino a nuestro Dios. Ábranle paso, que no encuentre
estorbos” (Cf. Lc 3,4).
Y tal es su humildad, que cuando surge la
persona de Jesús, Juan dice: “Él –Jesús- debe tener cada vez más
importancia y yo tenerla menos” (Cf. Jn 3,30).
Pero Nuestro Señor Jesucristo también llegó
a manifestar alguna vez de él: “Les aseguro que todavía no
ha nacido un hombre más importante que
Juan el Bautista” (Cf. Mt 11,11).
He aquí una gran lección de este “profeta”
para nuestras vidas: hacer el bien sin tanto ruido y alharaca; así “cuando
alguno de ustedes ayude a los demás no se lo cuente a nadie. Así esa ayuda se
mantendrá en secreto y Dios el Padre, que conoce ese secreto, les dará a ustedes
su premio” (Cf. Mt, 6,3-4).
Cf. http://reflexioneslasallistas.blogspot.com
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