Es típica esta frase en Bolivia y significa: establecer las condiciones, las reglas de juego, los parámetros determinados para realizar una acción, una empresa, un cometido, un deporte, para laborar o pertenecer a una Institución, club, empresa, etc.
¿Qué sucedería si no se dan las reglas de juego en una institución, empresa, fábrica, club, asociación, etc. ?... Seguramente que se produciría un caos, porque al no haber reglas claras, cada quien desearía hacer lo que le viene en gana.
En nuestras Instituciones Lasallistas de todo el mundo se pide el respeto a los demás, sea en su procedencia, historias personales, religión o preferencias políticas; respeto a los inmuebles y artefactos; se exige mucho la puntualidad que no es la característica típica en nuestro medio latinoamericano; se solicita responsabilidad en sus actos, tanto dentro como fuera de la Institución. Asimismo, se apuntala el “espíritu de cuerpo”, es decir la corresponsabilidad, el darse la mano unos a otros, a estar siempre disponibles cuando se requiera de una ayuda o un servicio.
Ya el mismo Cristo lo decía que “un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra” (Cf. Lc 11,17), pero a la vez nos invita a formar un solo cuerpo, a ser solidarios: “¿Un miembro sufre? Todos los demás sufren con él. ¿Un miembro es enaltecido? Todos los demás participan de su alegría” (Cf. 1 Cor 12,26).
¡ Buen inicio del Año Académico 2012 !
martes, 14 de febrero de 2012
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