Este año estamos celebrando el “AÑO SACERDOTAL”, conmemorando los 150 años de la muerte del “Santo Cura de Ars” (San Juan María Vianney), nacido en Dardilly-al sur de Francia- el 08 de mayo del 1786.
Él sentía el llamado de Dios a la vida consagrada. Entró en varios monasterios y congregaciones, pero no lo aceptaron por su escasa preparación académica y dificultad en aprender.
Ingresó al seminario mayor de Lyon, y después de algunos años, el Obispo decidió ordenarle de sacerdote, a pesar de su dificultad en retener las lecciones de teología, y lo envió a un pueblo perdido de Francia llamado ARS, en febrero de 1818.
Como no sabía bien el camino para llegar a ese lugar, se encontró con un niño (Antonio Givre) a quien preguntó la ruta para llegar a Ars. El pastorcito le indicó el camino, y el cura le dijo: “Tú me enseñaste el camino para ir a Ars. Yo te enseñaré el camino para ir al cielo”.
Una vez llegado a su destino, tuvo algunas dificultades de adaptación al inicio, pues la gente de ese pueblo estaba acostumbrada a la bebida, al juego, a las fiestas, al chisme y a las malas costumbres.
Años después se convirtió en un gran confesor, y su fama se extendió fuera del pueblo, pues todos los días se encontraba con mucha gente de otras ciudades que quería confesarse con él, ya que decían “les leía las conciencias”. Prácticamente todo el día estaba en su confesionario atendiendo a muchos feligreses que querían reconciliarse con Dios.
Lógicamente que el “enemigo” (al que le llamaba familiarmente “le vilain grappin”) no lo dejaba en paz, sobre todo cuando iba a confesarse un pecador empedernido.
Después de muchos sufrimientos y fatigas murió el 04 de agosto de 1859.
Fue canonizado por el Papa Pío XI el 17 de mayo de 1925 y en 1929 lo declaró “PATRONO DE TODOS LOS PÁRROCOS DEL MUNDO”.
sábado, 19 de junio de 2010
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