Hace algunos meses atrás hubo un tremendo tsunami en Japón. Es bueno rescatar algunas actitudes de este pueblo en esos momentos de desgracia:
1.- La Calma: Ni un solo golpe de pecho, ni una muestra de aflicción.
2.- La dignidad: Disciplinados para hacer colas por agua y alimentos. Ni una palabra brusca, ni un gesto tosco.
3.- La capacidad: La pericia de los arquitectos, por ejemplo. Los edificios se balancearon, pero no se cayeron.
4.- La gracia: La Gente compró sólo lo que necesitaba en el momento, para que todo el mundo pudiera conseguir algo también.
5.- El orden: Ningún saqueo en tiendas. Ningún bocinazo de desesperación y ningún adelantamiento en los caminos. Sólo entendimiento.
6.- El sacrificio: Cincuenta trabajadores se quedaron para bombear agua del mar en los reactores nucleares de Fukushima. ¿Cómo serán recompensados ellos?...
7.- La Ternura: Los Restaurantes bajaron los precios. El fuerte se preocupaba por el débil.
8.- La formación: Los ancianos y los niños sabían exactamente qué hacer cada uno en esos momentos. Y ellos hicieron sólo esto.
9.- Los Medios de comunicación: Ellos mostraron una gran moderación en los boletines. Ningún periodista haciendo preguntas bobas. Sólo reportajes serenos.
10.- La Conciencia: Cuando se fue la luz, la gente en las tiendas devolvió las cosas a los mostradores y salieron de manera calmada del supermárket.
Cf. http://reflexioneslasallistas.blogspot.com
martes, 4 de octubre de 2011
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