157.- “LE SIGUIÓ DE LEJOS”
En esta semana los cristianos de todo el mundo
conmemoramos la “Semana Santa”, que implica la pasión, muerte y resurrección de
Nuestro Señor Jesucristo.
Hay varias actitudes de las personas muy allegadas, y también de las no
cercanas a Jesús, que participan en este terrible drama.
Una de ellas es la del apóstol Pedro, cabeza de la Iglesia, que “siguió desde lejos” esta tragedia de su Señor y Maestro (Cf. Lc
22,54),
y de lejos, como comprendería pronto Pedro después de sus negaciones, no se
puede seguir a Jesús. ¡O se sigue al Señor de cerca…o se le acabará negando!
Nuestro mundo moderno (sobre todo demasiados cristianos) sigue a Cristo
con una terrible indiferencia y lentitud, y –como Pedro- “siguen al Señor desde lejos”, desde muy lejos y no se comprometen
a fondo con Él.
Bien decía San Agustín de Hipona: “El Señor fue
flagelado, y nadie le ayudó; fue afeado con salivazos, y nadie le amparó; fue
coronado de espinas, y nadie lo protegió; fue crucificado, y nadie lo desclavó”… y hoy día
el Señor sigue siendo flagelado, abofeteado, coronado de espinas y crucificado
de nuevo…y nosotros “le seguimos de
lejos”
sin comprometernos con Él en esas personas sufrientes.
Que este período sirva para revisar nuestras actitudes ante los demás,
particularmente con los que pasan dificultades, con los que sufren física, psíquica
o moralmente.
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