158-
LA RESURRECCIÓN DE CRISTO
Este hecho en el cristianismo es la base fundamental en la que se apoya
la fe en Jesucristo, pues si no se cree en ello, es inútil nuestra fe (Cf. 1
Cor 15,13-19).
Algunas personas sostienen que Cristo en verdad no murió, sino que
sufrió un desmayo en la cruz, del que salió después de ser sepultado. Otros
afirman que el que suplantó a Jesús después de muerto fue su hermano gemelo (al
que nadie conocía). Un gran grupo de personas dicen que los apóstoles robaron
de la tumba el cuerpo de Jesús, mientras los soldados dormían de noche (Cf. Mt
28,11-15).
Más aún, buen número de investigadores afirman que las apariciones de
Jesús resucitado a varios de sus discípulos fueron meras alucinaciones.
Sin embargo algo importante y trascendente tuvo que haber sucedido para
que estas personas miedosas, tímidas y que se escondieron al ver los luctuosos
sucesos por los que pasó su Maestro, después salieran al público y anunciaran
con audacia y sin complejos que este Jesús que sufrió y fue muerto en la cruz estaba vivo. Pudieron observar su
cuerpo glorioso, mas diferente al nuestro, que comía y bebía normalmente pero
que atravesaba las paredes, aparecía y desaparecía según las circunstancias, y
no obedecía a las leyes naturales.
Y esta es la gran noticia: que Cristo verdaderamente resucitó y ello nos
da la esperanza que también resucitarán los que murieron (Cf. 1 Cor 15, 20).
No hay comentarios:
Publicar un comentario