136.- SUBIR LA MONTAÑA
Para subir a un cerro muy alto, a un volcán o montaña de grandes
dimensiones, hay que prepararse con tiempo anticipado.
Primero hay que comprobar si se está en
condiciones físicas: presión arterial, ritmo cardíaco, bilirrubina, pulmones,
etc.
Luego hay que entrenarse durante varios
días y semanas, con ejercicios de resistencia, alimentación y otros…,tratando
de no perder el objetivo por el que se hacen todas estas cosas.
Llegado el día del ascenso, hay que
implementarse con una serie de herramientas y productos: sogas, carpas, linternas,
picos, clavos, ropa y zapatos especiales, mate de coca o pastillas para el
soroche, lentes oscuros para el “surumpe” (cuando hay nieve)…y es conveniente
iniciar el ascenso con guías especiales que conocen muy bien las rutas, e ir
acompañados por otras personas que persiguen el mismo objetivo.
Una vez en camino, es necesario detenerse
de tiempo en tiempo para descansar antes de continuar con la subida. ¡No
conviene reposar mucho tiempo, pues los músculos se pueden anquilosar y habremos
de suprimir el viaje definitivamente!...Pueden pasar horas o días de camino
hasta alcanzar la meta soñada.
Lo mismo puede aplicarse a nuestra vida
estudiantil: ver primeramente si se tienen las condiciones para emprender esta
ruta de estudios. Luego prepararse concienzudamente durante meses y años para
lograr el objetivo deseado. Para ello se cuenta con maestros e
instrumentos que nos irán guiando poco a poco por los senderos que indica la
carrera y tendremos compañeros y compañeras que harán conjuntamente el camino
con nosotros. ¡Lamentablemente algunos(as) por diversas circunstancias
abandonarán la ruta!
Es conveniente reposar de tiempo en
tiempo, pero no mucho, puesto que nuestro cuerpo y nuestra mente son majaderos
y se pueden acostumbrar al ocio o al “facilismo”.
Después de mucho batallar en el ascenso,
llegaremos a la meta deseada: la graduación.
Cf. http://reflexioneslasallistas.blogspot.com
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