“Los latinoamericanos no estamos satisfechos con lo que somos, pero a la vez no hemos podido ponernos de acuerdo sobre qué somos, ni sobre lo que queremos ser” (Cf. “DEL BUEN SALVAJE AL BUEN REVOLUCIONARIO”, Carlos Rangel).
“Del sarampión ideológico de su juventud (la del “Perfecto Idiota latinoamericano”) le quedarán algunas cosas muy firmes: ciertas impugnaciones y críticas al imperialismo, la plutocracia, las multinacionales, el Fondo Monetario y otros pulpos (pues también del marxismo militante le quedan varias metáforas zoológicas). La burguesía probablemente dejará de ser llamada por él burguesía, para ser designada como oligarquía o identificada con “los ricos” o con el rótulo evangélico de “los poderosos” o “favorecidos por la fortuna”. Y, obviamente, serán suyas todas las interpretaciones tercermundistas. Si hay guerrilla en su país, ésta será llamada comprensivamente “la insurgencia armada” y pedirá con ella diálogos patrióticos aunque mate, secuestre, robe, extorsione o torture. El perfecto idiota es también, conforme a la definición de Lenin, un idiota útil”…(Cf. “MANUAL DEL PERFECTO IDIOTA LATINOAMERICANO” de Plinio Apuleyo M.; Carlos A. Montaner y Álvaro Vargas LL., Plaza & Janes Editores, S.A.)
viernes, 23 de abril de 2010
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