Los primeros monjes cristianos llamaban “acedia” a un estado de desasosiego, es decir, de dificultad de aceptar el presente, el instante que se vive.
“Acedia” es el rechazo a entregarse a lo que ocurre en este preciso momento. Es la disposición de las personas que se quejan de que tiene demasiado trabajo. Mientras trabajan o estudian, desearían tener vacaciones. Sin embargo, cuando están de vacaciones, se aburren y quisieran volver a trabajar o estudiar.
No pueden ni trabajar, ni estudiar, ni disfrutar de unas buenas vacaciones, porque tienen miedo de sumergirse en el presente, en el instante.
domingo, 25 de abril de 2010
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