San Francisco de Asís (1182-1226) llevaba una vida disipada y alegre: Tenía todo lo que un joven puede desear.
Su padre Pietro Bernardone, comerciante de paños y telas, en acuerdo con su esposa Madonna Pica le proporcionan al joven todo lo que éste deseaba.
Pero Francisco descubre pronto la pobreza de su alrededor, las enfermedades (particularmente la lepra) y va haciendo un proceso de conversión a Dios.
Cae gravemente enfermo después de una batalla en la que se alistó como soldado, y cuando se recupera, la gente cree que se había vuelto loco.
Un día decide vender los paños y telas del negocio de su padre, e incluso su propio caballo para entregar el dinero a los pobres. Su padre enormemente furioso le golpea y lo denuncia ante el Obispo de Asís: Güido. Ante el prelado y ante mucha gente, Francisco se desnuda totalmente, entrega su ropa al papá Pietro y renuncia definitivamente a la tutela paterna y al apellido diciendo: “De ahora en adelante diré: “Padre nuestro, que estás en los cielos”, y ya no “padre mío Pietro Bernardone”.
Tal vez alguno(a) de Uds. no hayan experimentado el amor y apoyo de un padre terreno, pero no olviden que todos tenemos un Padre Nuestro que vela por todos(as) y cada uno(a) de nosotros(as) aquí y ahora.
¡ A TODOS LOS PAPÁS LES DESEAMOS UN FELIZ DÍA DEL PADRE ¡
domingo, 25 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario