De todas las reflexiones del 2008, 2009, 2010... ¿Cuál les llamó más la atención, y por qué?

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martes, 27 de abril de 2010

67.- ¿QUÉ ES EL CALENTAMIENTO GLOBAL DE LA TIERRA?

Por calentamiento global se entiende un incremento paulatino de la temperatura media de la atmósfera terrestre y de los océanos. En la práctica se habla de calentamiento global para referirse al calentamiento observado durante las últimas décadas. La denominación "calentamiento global" generalmente implica la actividad humana. Una denominación más neutral, cambio climático, se utiliza normalmente para designar a cualquier cambio en el clima, sin entrar en discusiones sobre su causa. En cambio, para indicar la existencia de influencia humana a veces se utiliza el término cambio climático antropogénico. Es necesario recalcar que calentamiento global y efecto invernadero no son sinónimos, más bien se cree que el efecto invernadero sería la causa del calentamiento global observado.
El efecto invernadero es una condición natural de la atmósfera de la tierra. Algunos gases, tales como los vapores de agua, el dioxido de carbono (CO2) y el metano son llamados gases invernadero, pues ellos atrapan el calor del sol en las capas inferiores de la atmósfera. Sin ellos, nuestro planeta se congelaría y nada podría vivir en él. A medida que el planeta se calienta, los cascos polares se derriten. Además el calor del sol cuando llega a los polos, es reflejado de nuevo hacia el espacio. Al derretirse los casquetes polares, menor será la cantidad de calor que se refleje, lo que hará que la tierra se caliente aún más. El calentamiento global también ocasionará que se evapore más agua de los océanos. El vapor de agua actúa como un gas invernadero. Así pues, habrá un mayor calentamiento, que provocará un efecto amplificador.
“Estamos en un momento crítico de la historia de la Tierra, en el cual la humanidad debe elegir su futuro. A medida que el mundo se vuelve cada vez más interdependiente y frágil, el futuro depara, a la vez, grandes riesgos y grandes promesas. Para seguir adelante, debemos reconocer que en medio de la magnífica diversidad de culturas y formas de vida, somos una sola familia humana y una sola comunidad terrestre con un destino común. Debemos unirnos para crear una sociedad global sostenible fundada en el respeto hacia la naturaleza, los derechos humanos universales, la justicia económica y una cultura de paz”.
Las opiniones de las personas se encuentran divididas. En un extremo, se encuentran los que consideran que el cambio climático es parte de un gran ciclo normal del planeta. Del otro lado, aseguran que no caben dudas de que los cambios climáticos son provocados –directa o indirectamente- por el ser humano. Lo cierto es que un gran número de personas se niegan a aceptarlo. Menos aún, están dispuestas a considerar que ellas tienen algo que ver con el asunto. Lo más sencillo psíquica y políticamente es interpretar lo que a uno le gustaría interpretar, o bien patear la pelota afuera del campo de juego. Estas posiciones se parecen mucho a las adoptadas por los países. Algunos, toman nota y se hacen cargo (como Rusia) y otros (como los Estados Unidos) prefieren dilatar sus decisiones, mientras llevan a cabo films con olas gigantescas o glaciaciones sólo preocupantes en la ciencia ficción.
Una opinión madura debe basarse en evidencias; nos interese o no, nos favorezca o perjudique. No se la puede basar en el optimismo o en el pesimismo, que sólo son proyecciones de emociones. En el terreno de la razón, hay que reflexionar sobre algunas evidencias como:
-Se elevó el dióxido de carbono en la atmósfera a un nivel superior al que hubo en los últimos cientos de años.
-Los hielos eternos han dejado de serlo: se están descongelando.
-La temperatura mundial aumentó a un promedio de 0.6 C por encima de los registros de los últimos siglos.
-Las capas de hielo del Ártico adelgazaron entre 15 y un 40% en los últimos 30 años.
-Los glaciales se derriten o retroceden.
-Los océanos se calientan y las costas se erosionan más ligero.
-El 16% de los arrecifes de coral del mundo han muerto o agonizan.
-Los bañados, esteros, lagos, lagunas y otros humedales se achican o desecan.
-Aumentan las lluvias y el impacto de las inundaciones.-La primavera se adelanta. Las plantas florecen antes de tiempo y las aves nidifican prematuramente.
Sin embargo, el se ratificó el Protocolo, el tratado mundial más ambicioso en defensa del medio ambiente. Con su vigencia, comenzará una nueva era, basada en una economía diferente, lo que junto con un nuevo y necesario paradigma ético, constituye condiciones sine qua non para el desarrollo sostenible.
El Protocolo de Kioto (16 de febrero del 2005) establece legalmente objetivos vinculantes para recortar las emisiones de gases de efecto invernadero, producidos por las naciones desarrolladas. El objetivo es reducir, entre 2008 y 2012, un promedio de 5,2 por ciento de las emisiones a la atmósfera con respecto a los niveles de 1990 de los seis gases que generan el efecto invernadero: dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, hidrofruorocarbono, perfluorocarbono y hexafloruro sulfúrico. Sobre todo, del hemisferio norte, donde se encuentran los países desarrollados –no obliga a los países del hemisferio sur o subdesarrollados- cada país, sin embargo, tiene una cuota diferente. En el mundo, se emiten unas 600.000 toneladas de dióxido de carbono al año. Una cifra que crece sin freno debido al estilo de vida humana, basada en el consumo de combustibles fósiles, como el petróleo, el carbón o el gas.

Los expertos coinciden en que prácticamente cualquier actividad humana es contaminante: desde la luz eléctrica que se utilizan en los hogares, pasando por el uso de los automóviles, el aire acondicionado, la calefacción, hasta la industria siderúrgica, refinerías petroleras o cementeras. Sólo el uso del petróleo y otras energías fósiles son responsables del 80% de las emisiones de gas carbónico, que actúa como una pantalla reflectante para el calor que emite la tierra y lo envía de vuelta a ésta.

En lugar de preguntarnos si tenemos o no que ver, ¿No deberíamos plantearnos si no hay que hacer algo? Estas no son proyecciones, sino hechos reales. Muchos de los procesos señalados ya han ocurrido en la Tierra. Es cierto. ¡Pero a lo largo de milenarios tiempos geológicos! No en el lapso que equivale al de una vida humana. Y si efectivamente fueran naturales, ¿Nos quedamos de brazos cruzados para ver a la Estatua de la Libertad cubierta de nieve como en la película “El día después de mañana”?La Tierra esta sufriendo de fiebre y está no es una buena señal. La culpa es de todos. De la sociedad humana, con sus perversiones, su irresponsabilidad, su corrupción, sus intereses, su egoísmo, su hipocresía.

Si la Tierra está molesta, cada vez más enojada, es por culpa de todos. Cada vez le hacemos más daño. Y cuando la culpa es de todos, no significa que ella no sea de nadie en particular. Es de cada uno, según su grado de responsabilidad.

Estamos muy enfermos, y no nos damos cuenta. Enfermos de soberbia, de materialismo, de codicia. Pero podemos reaccionar. Podemos hacer un examen de conciencia; entrar en conversiones con nuestro ser profundo, con la parte elevada que hay dentro nuestro y ver si podemos cambiar, aunque sea en algo. Antes de que sea demasiado tarde…

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