De todas las reflexiones del 2008, 2009, 2010... ¿Cuál les llamó más la atención, y por qué?

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viernes, 8 de noviembre de 2013

177.- ¡SER FIEL A SUS PRINCIPIOS!


     En un campo de concentración alemán, los SS habían dado la orden de asesinar a todo bebé que naciera en ese lugar.
     Cuando en mayo de 1943 se enfermó la “comadrona infanticida”, el oficial mandó a la sala de partos a una mujer de 47 años: Stanislawa Lessezynsa, número 413355, para que reemplace a la anterior comadrona, con la orden de liquidar a todo niño(a) que naciera allí.
     Pero Stanislawa no hizo caso a las órdenes criminales del oficial y al primer bebé que nació entre sus manos le puso el nombre de Adán.
     Cuando el jefe del campo de concentración le volvió a repetir la orden de matar a los recién nacidos y escribir en los cadáveres de los infantes: “nacido muerto”, ella respondió: “No, señor, ¡nunca! No se debe matar a los niños. ¡Dios no lo permite!”
     Se narra que tres mil veces Stanislawa desobedeció las órdenes de los nazis, arriesgándose a ir a la cámara de gas. Personalmente bautizaba a cada niño, aunque por ese acto estuviera amenazada con la pena de muerte.
     Casi de milagro proporcionaba a las mamás pañales, fajas, alimentos y medicinas. Amable, como siempre, nunca habló mal de nadie, ¡ni siquiera de los nazis!...
     ¡Hermosa lección para nuestros días, en que se quiere legalizar sin tapujos el aborto, y donde no se valora la vida de los recién nacidos!...

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