Un obispo admirador del Papa Francisco,
nombraba con ironía y agudeza las causas por las que muchos fieles no viven
actualmente su fe de manera auténtica y profunda. Él citaba tres causas: las
servilletas, los hornos a microondas y las aspirinas.
Los
feligreses que le escuchaban, se preguntaban el porqué de tales afirmaciones
tan peculiares, y el obispo explicaba:
Las servilletas son el símbolo del “usa y
arroja luego”, es decir, nada dura, nada es para siempre, sólo se vive el
instante presente.
El horno a microondas representa el efecto
de la acción inmediata con resultados instantáneos. No hay lugar para largas
esperas, para preparar una actividad o un acontecimiento con tiempo y
previsión. Se desean resultados “ipso facto”, sin madurez, sin paciencia.
La aspirina favorece el escaso aguante que
tenemos ante el dolor, ante el sufrimiento, ante las incomodidades y molestias.
Y sin saber qué es la duración, la
paciencia y el sacrificio no puede existir una fe profunda que dé testimonio
ante los demás.
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